El Parque Natural Sierra Mágina
La comarca de Sierra Mágina, por las características de su orografía, y por sus peculiaridades históricas, posee una personalidad propia que la hace única en numerosos aspectos. Se puede decir que la singularidad de sus pueblos, unida a su rico y diverso patrimonio natural, artístico y etnológico son sus mayores atractivos.

Mágina es una tierra de contrastes. Su compleja variedad paisajística junto a otros factores como la representatividad de sus ecosistemas, la singularidad de su flora y fauna, y los aspectos histórico-culturales propiciaron su merecida declaración de Parque Natural.

El Parque Natural y su Área de Influencia Socioeconómica, se encuentra en la actualidad trabajando para la obtención por parte de las empresas de turismo de la comarca, del reconocimiento de La Carta Europea de Turismo Sostenible, con los objetivos de fomentar el conocimiento y el apoyo del espacio protegido y mejorar el Desarrollo Sostenible y la gestión del turismo considerando los valores que existen en el territorio y las necesidades ambientales de los residentes, las empresas locales y los visitantes.

A los valores naturales hay que añadir los valores culturales de la comarca. Todos sus pueblos cuentan con una herencia monumental diversificada en arquitectura civil, militar, religiosa y popular, y un singular urbanismo. La diversidad de este patrimonio arquitectónico y artístico no es casual, sino producto de su historia y del paso y asentamiento de numerosos pueblos que han ido dejando su impronta en el territorio, para conformar lo que hoy es una comarca con marcadas señas de identidad.

Sierra Mágina ha sido lugar de paso y asentamiento de numerosos pueblos: ya en la prehistoria, las numerosas cuevas y abrigos naturales sirvieron de refugio a la presencia humana, que dejó su huella en las pinturas rupestres de la Graja o el Morrón. Desde entonces, y a lo largo de los siglos, otras culturas han ido configurando la que hoy es la identidad de Mágina. La fuerte presencia íbera se constata en toda la comarca a través de importantes hallazgos y yacimientos arqueológicos, y antiguas ciudades romanas han evolucionado hasta dar lugar a los pueblos que hoy conocemos. La presencia islámica, entre los siglos VIII y XIII, supone una época de gran esplendor y desarrollo de la comarca, así como los dos siglos posteriores, en los que se alternan largos períodos de convivencia e intercambio con otros de lucha por la frontera entre los reinos cristiano y musulmán, los cuales han dejado su huella en el territorio en forma de castillos y torreones, en la configuración de los pueblos, en las tradiciones y fiestas populares y en la gastronomía.

Y es que la riqueza, variedad y particularidad de la gastronomía de Sierra Mágina constituye un importante atractivo para la comarca. Todavía se conserva un patrimonio gastronómico tradicional cuya base es el saber hacer de las gentes con los variados productos del campo, y no sólo con su excelente aceite de oliva avalado por el Consejo Regulador de la Denominación de Origen de Sierra Mágina, sino también por sus huertas minuciosamente cultivadas, la caza, las aves de corral y los productos de la matanza doméstica del cerdo. Esta tradición culinaria goza de prestigio creciente sustentado por la indagación, la adecuación de gustos, la imaginación y los recursos de las gentes que, a lo largo de siglos han sabido conservarla y enriquecerla.

Si hay algo que destacar, además, sobre sus gentes son su amabilidad y sencillez. La comarca cuenta con un rico acervo cultural trasmitido generación tras generación, en forma de tradiciones, ritos, costumbres y creencias que conforman una de las más singulares señas de identidad maginenses.

La comarca de Sierra Mágina está constituida por dieciséis municipios: Albanchez de Mágina, Bedmar – Garcíez, Bélmez de la Moraleda, Cabra del Santo Cristo, Cambil, Campillo de Arenas, Cárcheles, Huelma, Jimena, Jódar, La Guardia, Larva, Mancha Real, Noalejo, Pegalajar y Torres.